Por: Natalia Otero Herrera
Ilustración: Liév

Un glosario sencillo para comenzarnos a familiarizar con el lenguaje de la paz. Para esta entrega un concepto clave para superar una compleja historia de conflicto.

 

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«Tres hombres encapuchados de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio buscaron a mi mamá entre cambuche y cambuche, hasta que la encontraron y le metieron seis tiros en la cabeza. Fue el 17 de septiembre de 2001, a las 11:45 p.m., en los predios de la Hacienda Nápoles (famoso sitio de recreo de Pablo Escobar), frente a la comunidad de la que era líder.

Las AUC se desmovilizaron entre 2003 y 2006. Tres años después, tuve la oportunidad de ir a los tribunales de Bogotá con el proceso de Justicia y Paz. Ramón Isaza, comandante de este frente, me pidió perdón.Yo le dije que no, que no lo iba a perdonar, que hablara con Dios y que cuando Dios lo perdonara, me buscara. Que mientras tanto, no.

Entonces soñé con ella. Soñé que me decía que estaba enferma. Al poco rato me detectaron un cáncer de tiroides. El 17 de septiembre, cuando mi mamá cumplió 12 años de muerta, me internaron para hacerme la yodoterapia. Entonces soñé con ella otra vez. Soñé que se sentaba en la cama del hospital, me sobaba el cabello y me decía que me tranquilizara, que iba a estar bien… Que Ramón Isaza me iba a buscar para pedirme perdón y que lo tenía que perdonar. Que cuando lo hiciera, le diera un abrazo y le dijera que no llorara más, que ella ya lo había perdonado y que estaba bien. Al final del sueño me decía que él rezaba todos los días por nosotras, por mí, por mi perdón.

A los 20 días de haber tenido el sueño, Ramón Isaza me mandó a buscar porque lo habían trasladado a la Cárcel de Máxima Seguridad del Pesebre, en Doradal, entonces fui a visitarlo. Le mostré la cicatriz que la operación dejó en mi rostro y le dije que viera cómo me tenía, y cómo, por su culpa, me había tocado echarme una cruz muy pesada que me estaba matando en vida. Él siempre estuvo pendiente de mí: me mandaba razones con la gente para que yo fuera a visitarlo. No sé cómo se enteró, pero en ese momento me dijo que cuando supo que yo tenía cáncer cayó en el desespero de saber que me podía morir y que, como mi mamá, me iba a ir sin perdonarlo; que todos los días se acordaba de esa frase en la que yo le había dicho que me buscara solo cuando Dios lo perdonara, y que desde entonces, todas las mañanas, rezaba un rosario por mi mamá, por mí y por mi perdón.

Y ahí me puse a llorar, porque eso fue lo que me dijo ella en el sueño. Me volteé hacia él y le dije:
—Señor Ramón María Isaza, mi mamá le manda a decir que no llore más por ella, que ella ya lo perdonó, y ella, donde quiera que esté, está bien.

Ese hombre se fue para atrás. En un punto, se sentó a llorar, y yo lo cogí y lo abracé.
—Mi mamá le manda un abrazo.

Por primera vez creí en su arrepentimiento y sentí que me sacaron un puñal de mi corazón.
—Lo perdono.

Hasta el momento se especula que cuando salgan de la cárcel, Ramón Isaza y los que formaron parte de su bloque vuelven a la región. Desde el momento en que ellos se desmovilizaron muy poquita gente asistió a las audiencias, porque siempre existió el temor de que al presentarse los mataran. Pero a raíz del proceso mío, como mi mamá era una líder reconocida del Magdalena Medio, la comunidad se dio cuenta de que los victimarios están poniendo de su parte y poco a poco han ido aceptando la reconciliación con ellos.

En el Primer Encuentro por la Paz del Magdalena Medio, el 7 de enero de 2014, los miembros del bloque mandaron un comunicado a la comunidad de Puerto Triunfo pidiendo perdón a todas sus víctimas y reconociendo el daño que les causaron. Ese día hubo comida para los 450 asistentes y a cada víctima se le entregó una camándula hecha por alguno de los victimarios, con las que ellos enviaban el mensaje de que se arrepentían y pedían a las personas que rogaran al Dios del cielo para que pudieran perdonarlos.

El 27 y el 28 de marzo del mismo año, la comunidad tuvo una audiencia con Ramón Isaza, alias ‘Terror,’ alias ‘Maguiver’, alias ‘Guerre’ y alias ‘Pájaro'; los llevaron hasta Puerto Triunfo, los tuvieron en la cárcel del Pesebre y de ahí los llevaron al coliseo municipal. Se reunieron las víctimas y se discutió sobre 340 casos que los victimarios reconocieron haber cometido, cosa que antes no hacían porque decían que no se acordaban, que no sabían de qué les hablaban y que yo no sé qué.

Del 9 al 19 de diciembre tuvimos otra vez audiencia, vía skype, con Ramón Isaza y todo el Bloque del Magdalena Medio. En la coordinación de la Mesa de Participación de Víctimas esperábamos que 270 víctimas asistieran y pretendíamos resolver 30 casos diarios. Se presentaron entre 24 y 25 víctimas por día a escuchar sus verdades.

Ellos han entregado muchas verdades, y claro, faltan muchas más por dar, pero hasta ahora estamos poniendo el primer escalón para poder llegar a una paz total. Cuando se sabe por lo menos la verdad de lo que sucedió con su familiar, la víctima ya puede tomar la decisión de si perdona o no perdona.

Yo no puedo hablar por todos y decir que ahora la comunidad los va a abrazar como lo hice yo, pero pienso que el mero hecho de asistir a una audiencia, sentarse y escucharlos, es demostrar que está dispuesta a reconciliarse, de lo contrario no responderían al llamado. Ya por lo menos se fue el temor».

*Jeny Castañeda, coordinadora de la Mesa de Participación de Víctimas de Puerto Triunfo, Antioquia. Víctima del bloque de las AUC del Magdalena Medio, liderado por Ramón Isaza, alias «El Viejo».

 

En la iglesia de la Penitenciaria La Picota, Jeny Castañeda, víctima del bloque de las AUC del Magdalena Medio aparece con Edgar de Jesús Cataño, alias 'El Enfermero' (a su derecha); Oliverio Isaza, alias 'Terror' (a su izquierda); Ramón Isaza , alias 'El Viejo' (de chaqueta de cuero) y el resto del bloque. (Foto: Archivo personal de Jeny).

En la iglesia de la Penitenciaria La Picota, Jeny Castañeda, víctima del bloque de las AUC del Magdalena Medio aparece con Edgar de Jesús Cataño, alias ‘El Enfermero’ (a su derecha); Oliverio Isaza, alias ‘Terror’ (a su izquierda); Ramón Isaza , alias ‘El Viejo’ (de chaqueta de cuero) y el resto del bloque. (Foto: Archivo personal de Jeny).

Reconciliación: De acuerdo con el documento Conpes 3554- Política nacional de reintegración social y económica para personas y grupos armados ilegales, es un proceso de (re)construcción de relaciones y vínculos sociales que se basa en las relaciones de confianza y cooperación entre los ciudadanos y de estos hacia las instituciones políticas. La reconciliación implica reconocer y reflexionar sobre el pasado para construir un futuro común. Además, aceptar las diferencias y forjar actitudes como la tolerancia y el respeto por el otro.

El informe entregado por el International Disarmament, Demobilization and Reintegration Congress (Congreso Internacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración) en 2009, define que la reconciliación es re-hilar el tejido social a través de procesos a largo plazo de sanación y perdón. La reconciliación es, profundamente, un proceso individual, pero está ligada a la reconstrucción de la confianza cívica y asociación comunal.

 

Glosario ¡Pacifista!: reconciliación

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